Como os habrá pasado a muchos, yo me compré mi primer ukelele porque no me pude resistir... Tienen algo que te atrae de una forma inexplicable... (y aquí entraría toda la retahíla de piropos que la "pulga" se tiene tan bien merecida...) ¡Cómo nos conocemos!

Pues bien, quise comprarme uno no demasiado caro, por si aquello era un capricho, pero que no fuese malo, ni regular. ¡Y lo conseguí!

Mi elección fue el Kala KA-SC en talla de concierto con tapa de sitka y mástil, aros y fondo de caoba. Asequible en su precio, y en relación a éste, el acabado del instrumento es muy bueno. Su acción tremendamente cómoda, el quintaje es perfecto ya que afina bien todas y cada una de las notas del mástil, y sus afinadores mecanizados son muy precisos y estables, mucho. Si aún encima se encorda con cuerdas de Nylgut, el resultado es impecable. Lo del Nylgut da para otra reseña, por cierto... Es asombroso.

¿Qué pasa si te compras un ukelele? ¡Pues que eres más feliz que una perdiz!